La CUP de Barcelona propone que los manteros cambien el top manta por la barca aprovechando que muchos de ellos son pescadores de profesión. […] En esta línea la CUP también proponen crear una cooperativa con los sastres o un recorrido por las escuelas contando cuentos orales de África.
Fuente: e-noticies.es
Al principio me ha entrado la risa, pero pensándolo mejor, si se les encuentra trabajos para lo suyo, pues mejor que mejor. Ahora bien, con lo que aún me estoy riendo es con lo de los cuentos orales de África.

En la cultura anglosajona (especialmente la americana) existe un cliché llamado The Magic Negro (el Negro Mágico) que hace referencia a esas (habitualmente) películas en las que aparece un negro con aparente poderes mágicos (o una sobrenatural sabiduría y percepción), que está cerca de la naturaleza y guía/enseña al blanco de turno (el protagonista) Es básicamente una versión moderna del Noble Salvaje, con un toque de chamán indio que está en sintonía con el Universo.
El problema no es que haya un negro con poderes, es que esa percepción extrasensorial no se explica por ninguna razón lógica (tan lógica como puede ser la magia) como que, qué se yo, practica voodoo, es un hechicero, medium, o algo así. Igualmente, ese negro parece ser el único en todo el universo ficticio con esa clase de habilidades o sabiduría especial.
Esas características únicas se explican sólo porque… bueno, porque es negro supongo. Puede considerarse una especie de racismo benevolente, si se prefiere; esa costumbre tan europea de imaginarse las gentes de tierras lejanas como exóticas, misteriosas, más nobles que nosotros y, a veces, con extraños “poderes” que los blancos hemos perdido con nuestra tecnología.
Pues la CUP acaba de hacer, más o menos, un Negro Mágico con los manteros. No por lo de que sean pescadores, sino por lo de los cuentos orales de África. Fijáos que, además, dicen “África” como el continente entero, lo que me recuera a esos americanos que hablan de Europa como un único país: “Sí, las leyendas y cuentos europeos,” como si no hubiera diferencia entre España o Polonia, o Senegal, Malawi, Tanzania, o Sierra Leone, para irnos a África.
“Sí, vamos a enviar los negros mágicos a las escuelas para que cuenten su sabiduría ancestral y cuentos orales a los niños occidentales” parece que están diciendo los de la CUP. Como si los manteros senegaleses, por el mero hecho de ser africanos, supieran algo sobre sus leyendas y cuentos porque está en su ADN o algo. Y “orales”, para más cachondeo, para que se note que están cerca de la tierra y no usan tecnología degenerada como la escritura y el papel.
El texto de la noticia además dice esto:
Desde el sindicato de manteros, su portavoz Aziz Faia, ve bien la idea: “La mayoría son senegaleses. Hay de todo: pescadores, mecánicos …”.
Verá bien la idea, pero quiero ver la cara de esos mecánicos cuando les pidan que vayan a las escuelas a impartir su sabiduría negra y cuentos ancestrales a los niños blancos.
En fin, teniendo en cuenta que eso viene del partido que propuso (bueno, uno de sus miembros) lo de educar a los niños en “la tribu” pues no debería sorprender mucho.