Como comenté en otro post, Cataluña tiene un serio problema de autopercepción y de concienciación sobre su propio fanatismo, que esconde bajo lemas como ‘la revolución de las sonrisas.’ Básicamente, está todo el día proyectando y cree que el desprecio que siente hacia esa entidad satánica llamada “España” es proporcional o simétrico al que desde allí sienten hacia nosotros. Ni se les pasa por la cabeza que el odio es, habitualmente, unidireccional.
Así que por curiosidad, hace un rato se me ha ocurrido hacer una búsqueda en twitter de la expresión “els espanyols.” Casualmente, hoy ha habido un partido de la selección española, y se pueden encontrar estas perlas escritas en las últimas 48 horas (sobre ese tema y otros.)
(Me asombra que alguien pueda creer que aquí no se da prioridad a la indentidad)
Estoy buscando el equivalente en castellano (“catalanes”) y, como siempre, no encuentro ese odio que desde aquí se cree que existe. No somos el centro de la política española, no interesamos tanto como creemos y, cuando nos miran, no es con ese odio que muchos creen.
Notad, además, el absurdo de las justificaciones: “Es que no som espanyols” Y yo no soy de Mongolia, pero no babeo de felicidad cuando son derrotados. De hecho, la reacción natural cuando pierde alguien que no es de tu grupo es una de indiferencia. Si eres feliz cuando el otro pierde, no por el hecho de vencer tú sino por la alegría de verle caer aunque sea en un tema bastante trivial (y el fútbol lo es) sólo hay un diagnóstico posible: estás podrido de odio.
«Cuando seamos naciones vecinas nos llevaremos fraternalmente ladrón ignorante». Mi favorita.
LikeLike
xD
LikeLike
La obsesión necesita un enemigo. Es algo enfermizo que ya ha contaminado todo.
Seguro que hemos visto alguna vez una alguna peli de serie B telefílmica de este tipo.
LikeLike
Pingback: Ramón Tremosa, mentiroso y a conciencia. – The Frisky Pagan
Doncs si noi, genereu ODI
LikeLike
Però també fàstic, nàusees, despreci i menyspreu.
Us desitjo el pitjor.
LikeLike