“No creo que los votantes del PP sean malos. ¡No hay ciudadanos malos, sino gobernantes malos!” Errejón.
Menuda chorrada, pues claro que hay ciudadanos malos. Como estúpidos, que puede incluso ser peor. El problema es intentar hacer clasificaciones morales no a nivel individual o grupal (moderado) sino por masas ingentes de gente por afiliación y polarización.
¿Los ciudadanos que en múltiples momentos de la historia han votado, aplaudido, y defendido tiranías no son “malos”? Quizás no malos en un sentido mefistofeliano y de ser arrojado al noveno círculo del infierno, pero como mínimo ser un poco escaldados un ratillo en el primero por tontos sí, ¿no? ¿O es que hemos de suponer que no hay diferencia moral alguna entre cualquier clase de decisión colectiva y que los ciudadanos están más allá de todo reproche? (De hecho sí, está diciendo eso. Siempre que les voten a ellos, claro)
Además, ¿qué es la retórica binaria de “pueblo” y “casta” (y otras variantes) sino una manera de seguir condenando a grupos como inmorales y malvados pero sin tener que molestarse a hacer juicios de valor sobre acciones y actitudes individuales (ni usar la palabra “malvado,” que es anticuada)? Es incluso peor, pues arrojas a colectivos enteros al “lado incorrecto de la historia” a priori, así, por la cara y por el mero hecho de ser tus oponentes. Pues casi que prefiero ser clasificado como pérfido y malvado por mis propias acciones.
De hecho, ahora que lo busco, Rajoy no dijo nada de ciudadanos malos. Dijo “cuando el voto moderado se divide, se acaban aprovechando los malos”. Lo que se puede interpretar de muchas maneras. Y sobre ese tema…
Amor Infinito por
Una buena lista de declaraciones podemitas, para meditar, reír, o llorar. Según cada cual.
Si bien llego a la misma conclusión que él, no estoy de acuerdo con esta premisa:
La primera norma del populista totalitario es definir el bien y el mal. En el bien está el totalitario. En el mal sus adversarios.
Bueno, lo último sí, pero no necesariamente lo primero. Históricamente el totalitarismo más bien suele negar la distinción entre el bien y el mal para que sus acciones no puedan ser juzgadas moralmente. De ahí su obsesión por la HISTORIA, el DESTINO, el PUEBLO, la NACIÓN Y SU VOLUNTAD, la INEVITABILIDAD HISTÓRICA, etc, conceptos abstractos o de masas difíciles de juzgar moralmente, por aquello del “triunfo de la voluntad” que está más allá del bien y del mal. Naturalmente, a la mínima, se describirán como los buenos y los otros los malos (o como mínimo sus líderes), pero si no se puede, sencillamente ignorarán tales minucias morales. De hecho, básicamente eso es lo que ha dicho Errejón.
“No se deben utilizar los términos de malos o buenos, que decida la gente”
Para ser justos, eso es prácticamente un dogma de fe de la sociedad contemporánea. Nadie se atreve a juzgar moralmente nada. No hay bien y mal, o ideas buenas o malas, positivas o destructivas, solo la VOLUNTAD (“que nosotros encarnamos,” jeje.) Básicamente, eso impide prácticamente cualquier clase de debate sobre la calidad de las ideas políticas en tanto que ideas con consecuencias (buenas o malas.)
Cómo conseguir que tus zapatillas no apesten si las usas sin calcetines
¿Qué clase de degenerado usa zapatillas sin calcetines? En fin, debe ser una de esas señales del fin de los tiempos. Y hablando del apocalipsis…
“El estilo inmoral de ropa Europea provoca que los ríos de Irán se sequen.”
HAHAHAHHAHAHAHHA
Debe ser eso del calentamiento global *guiño* *guiño*
OK, chiste muy malo.
Ya me voy…