Leyendo esta entrada en Citafalsa, me he acordado de algo que escribí en mi antiguo blog. Como Javier escribe en su artículo, “cuatro años intelectualmente perdidos si es ahora cuando uno se plantea si se puede preguntar todo, sin restricciones.” Y no únicamente intelectuales. Hay un generación que ha visto algunos de sus años más críticos de juventud , que han coincidido con una gran crisis económica y social, malgastarse en la épica y promesas de un monotema redentor.
Lo he tratado en otras ocasiones y analizándolo desde otras vertienes, pero es algo que merece la pena resaltar de nuevo.