Durante las Segunda Guerra Mundial, Alemania y Rusia se enfrentaron en un conflicto monstruoso, casi genocida. Décadas más tarde, los hijos y nietos de aquellos rusos van de vacaciones a Alemania y las relaciones entre ambos países son buenas. Durante esa misma guerra, EEUU arrasó Japón, pero apenas unos años más tarde los japoneses desarrollaron una poderosa fascinación por la cultura americana, y el recuerdo colectivo de destrucción se transformó en inspiración y mensaje de advertencia para películas sobre monstruos gigantes arrasando Tokio; todo ello apenas 9 años después de que aquello hubiera ocurrido de verdad. He conocido gente que ha tardado más en sobreponerse a un corazón roto.
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