En un proceso no se decide o ‘Sobre el lenguaje procesista’

A veces nos ponemos a hablar del sexo de los ángeles y nos olvidamos de cosas obvias. Si bien es cierto que, como admitió Freud, un cigarro es solo un cigarro y no un símbolo fálico (bueno, como mínimo en lo relativo a SUS cigarros,) y a veces las palabras son únicamente eso, palabras y etiquetas, en otras ocasiones una palabra lo marca todo. Por decirlo de algún modo, tales palabras arrastran a todo el mundo y te obligan a jugar con sus reglas. Ciertas palabras tienen tanta carga o contexto moral, que hacen girar todo debate en torno a ellas, incluso aunque se haya escogido esa palabra por cinismo.

Violencia, opresión, fascismo (como mínimo tal y como se usa hoy en día,) y discriminar son de esa clase, y si eres capaz de colgarle tal muerto a tu oponente, casi que ya has ganado. Mira si no la expresión “violencia policial,” independientemente de lo que en realidad haya hecho el policía concreto. Al usar tal expresión, no únicamente activas toda clase de feas asociaciones que van con la palabra violencia, especialmente las relativas a “Maldad” sino que lo conviertes en una cosa que atañe a cuerpo policial, no al individuo, y borras cualquier contexto explicativo. Compara si no:

“El policía dio una paliza al manifestante.”

con

“El manifestante fue víctima de otro caso de violencia policial.”

El primero describe algo más o menos objetivo y deplorable, pero el segundo lo convierte en un ejemplo dentro de un relato de opresión sistémica. El primero señala responsables, el segundo lo difumina dentro de una responsabilidad “sistémica.”El primero indigna por la acción hecha, el segundo por ser un ataque casi ideológico, propiciado no porque el policía ese sea un mal bicho, sino por la violencia relativa al estamento policial en conjunto; mensaje que se refuerza con el uso de la palabra “otro.” Lo primero se puede debatir directamente, lo segundo no, pues tiene una carga enorme de supuestos, asociaciones, implicaciones, e insinuaciones.


¿Y qué hay del “procés” catalán? Pues un poco lo mismo. Fíjate en las expresiones que se han usado para llevarlo hacia adelante: Proceso, y Derecho a Decidir.

¿Quién exactamente puede estar en contra de un “proceso”, y menos aún de uno que te deja decidir, pues es tu derecho? No importa mucho que las expresiones en sí no signifiquen nada y que en realidad proceder y decidir son conceptos contradictorios, lo que importa son las asociaciones positivas que provocan en el lector o espectador.

proceso

Del lat. processus.

1. m. Acción de ir hacia adelante.

2. m. Transcurso del tiempo

3. m. Conjunto de las fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial.

¿Ves lo que no está allí? Algo que indique elección o libertad. Un proceso es una flecha, sea temporal, espacial o ambas cosas. Indica dirección y un destino, con un objetivo natural o artificial. Tenemos procesiones religiosas, un proceso químico, un proceso legal, un proceso penal, un proceso de separación, etc. En ningún caso hay un “proceso de elección,” como mucho “Proceso de decisión formal,” como en unas elecciones, pero para decidir algo, un objeto concreto, un proyecto concreto, un algo que se afirma o se niega. No cualquier cosa. No existe un derecho a decidir en abstracto, pues cualquier decisión que se priorice relegará otras hacia atrás. Un proceso de separación es para separarse, no para reencontrarse o escoger un nuevo hogar. Es un tema de agenda política: ¿De qué se hablará a todas horas? Ese “qué” es el objetivo, y el proceso es cómo llegar allí. Tu elección únicamente, y con suerte, está en aceptar tal cosa una vez alguien más poderoso que tú ha decidido que eso será sobre lo que tendrás que escoger.

El lenguaje procesista está lleno de connotaciones casi místicas sobre la inevitabilidad de la historia. Para algunos, el proceso nacionalista parece tan consciente como un proceso digestivo, o un proceso meteorológico. Por ello expresiones como: “El proceso en el que está inmerso este país.” Imagina que te salen con eso, ¿cómo haces un contra argumento para tal cosa? Exactamente, ¿a quién te debes dirigir si el proceso parece tan espontáneo como un ataque de gota? Según ese lenguaje el país es pasivo, aquí nadie hace nada, sencillamente el proceso “ha ocurrido” y el país está “inmerso,” como quien se despierta un día inmerso en una piscina, sin saber cómo ha acabado allí. Ir en contra de eso es caso como ir en contra de la ley de la gravedad. ¿Cómo niegas la premisa mayor e invisible? ¿Cómo niegas que el proceso no es un ataque de apendicitis sino algo hecho por seres humanos, conscientes, responsables y con objetivos?

No debería sorprender que el debate público de estos años haya sido penoso pues con un lenguaje mutilado es imposible hablar de nada. Es casi imposible contrarrestar a alguien que te sale con esta jerga: “Ahora es el momento de que el pueblo dé su voz para iniciar el proceso hacia la transición nacional basada en el derecho a decidir.” ¿Transición? ¿Hacia qué? ¿Proceso? ¿Para qué? E… ¿iniciar? ¿Por oposición a finalizar… exactamente qué? He leído esa frase docenas de veces, y aún no estoy seguro de qué significa exactamente, si es que algo. Me provoca una especie de cortocircuito mental: sé qué es jerga y palabrería, pero me cuesta explicar por qué.

Ahora, si en vez de eso Artur Mas hubiera dicho, sencillamente: “A partir de hoy mi punto casi único de la agenda política será llevar a cabo un referéndum de independencia, se quiera o no desde Madrid,” pues como que se entiende mejor. Ni tan siquiera dice que aceptará el resultado, si será válido o un puro espectáculo, si le interesa de verdad o es excusa para aferrarse al poder, o que no lo usará cínicamente o como “chantaje” para conseguir otra cosa que le interesa más, pero como mínimo es sincero, claro, y se sabe de dónde se parte y hacia dónde se va. Pero claro, ¿quién se puede oponer a un Proceso En El Que Estás Inmerso? ¿Quién, cómo se dice aquí, le tiene miedo a la democracia?

6 thoughts on “En un proceso no se decide o ‘Sobre el lenguaje procesista’

  1. ¿He citado alguna vez “La Lengua del Tercer Reich”, de Victor Klemperer? De forma empírica describe más o menos lo mismo (confieso que al final me aburría un poco y lo tengo por ahí colgado, a mitad, porque también lo puedes coger e ir dejando) en-esa-época-que-no-se-puede-mencionar nunca bajo riesgo de que te acusen de compararlos con los individuos que mandaban en-esa-época-que-no-se-puede-mencionar, no porque el fin último sea absolutamente dispar, sino porque los métodos de presión social e inducción a adoptar un determinado neolenguaje trazan indudables paralelismos.
    Con todo, más allá de llamarlos separatistas o secesionistas, términos ambos que logran irritar a mis interlocutores como a niños pequeños [“¡no me llames más secesionista, que no me gusta!”; sí, soy así de malvado] no se ha conseguido neutralizar o mitigar el dominio del neolenguaje por parte del separatismo. Siempre a remolque.

    Like

  2. Juanmari

    Creo que lo peor de que hayan impuesto el lenguaje es que han hecho invisible la diferencia y la pluralidad interna. Los catalanes, Cataluña son palabras para designar y a la vez crear una realidad monolítica que no existe. Por eso creo que es tan importante disputar el espacio público: si no puedes imponer tu relato desmiente el del adversario.

    Like

    1. emperorponders

      Cierto, y como curiosidad, no me acuerdo cuando fue la última vez que escuché “catalán” como adjetivo de una persona singular, como algo personal. Ahora siempre todo el rato es “los catalanes/els catalans” en un primera persona del plural que te atribuyen y que no distingue entre identidad, tradición, ubicación geográfica o afiliación ideológico.

      Like

  3. Pingback: Sobre escoger y decidir. | The Frisky Pagan

  4. Pingback: El país que se hace. – The Frisky Pagan

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.